¿En qué momento se necesita una Asistente Virtual?

¿En qué momento se necesita una Asistente Virtual?

Cuando crees que el trabajo te sobrepasa, que tendrías que empezar a delegar parte de tus tareas o que estás desaprovechando importantes oportunidades por falta de tiempo… es el momento adecuado para que entre en tu vida una Asistente Virtual (o VA).
Contarás al instante con ayuda incondicional, ya que las Asistentes Virtuales profesionales nos aliamos con nuestros clientes, creando un espíritu de equipo donde aportamos ideas y pensamos total y proactivamente en el crecimiento de ambos.

Al contratarnos tendrás varios beneficios

Es muy importante destacar que no tienes que contar con un lugar físico para poder hacer uso de nuestros servicios administrativos o técnicos, ya que los realizamos desde nuestro propio ámbito. ¡Nada de realizar gastos que no puedes afrontar!
Y al no estar bajo relación de dependencia, cobramos por proyecto o por horas trabajadas con lo cual, ¡optimizarás tu presupuesto!

Definamos nuestra relación

Se trata de la relación laboral que se establece entre una Asistente Virtual profesional y cada uno de sus clientes, por la cual se forma un equipo de trabajo.  Al crear esta alianza de trabajo, las metas, tanto para la VA como para el cliente, son las mismas y al cumplir con objetivos comunes, logramos el éxito compartido.
Es un equipo que actúa y se levanta gracias a la dedicación, a la efectividad, a la responsabilidad y el compromiso por ambas partes.

Vale la pena introducir esta forma de trabajo en tu empresa o emprendimiento, por pequeño que sea.  Si te tomas un momento para reflexionar y pensar cuánto vale una hora de tu tiempo, te darás cuenta de que además de ahorrarte dinero, estarás abriendo la posibilidad de hacer nuevos clientes, o de crear nuevos proyectos empleando para ello esas horas que tendrás libres gracias a tu VA.

Una recomendación saludable

No esperes a estar desbordado de trabajo para entrar en contacto con una Asistente Virtual. Comienza trabajar con ella en forma escalonada, otorgándole cada vez más responsabilidades, en función de su desempeño.

Déjame decirte que existe una curva de aprendizaje, un periodo de adaptación entre tu VA y tú y que es preferible que tengas margen de maniobra cuando trabajas, para evitar prisas o desinteligencias de última hora, hasta que el equipo esté bien consolidado y pueda (¡entonces sí!) trabajar en «piloto automático».

Desde mi propia mirada como Asistente Virtual

Gracias a mi propio sitio web y a mi blog, doy a conocer mi negocio de Asistencia Virtual y puedo promocionar los servicios especializados que ofrezco.

Una de las ventajas más grandes que obtengo siendo Asistente Virtual certificada, es la posibilidad de trabajar con clientes situados en cualquier parte del mundo.

¡La ubicación geográfica ya no es un problema y mi radio de acción no se limita a la ciudad donde vivo!

Otro gran beneficio es poder organizar mis tiempos, al trabajar desde donde yo misma disponga y las horas que sean convenientes para poder realizar correctamente la labor encargada, sin descuidar mi vida personal.

Como puedes ver, es una relación en la que ambos salimos ganando y que se va consolidando a lo largo del tiempo, permitiendo que prevalezcan la confianza y el entendimiento. El famoso WIN-WIN…