¿Cómo y por qué contratar a una Asistente Virtual?

 

En el mundo globalizado, cada vez es más frecuente la contratación de servicios que se realizan en forma remota. Uno de estos servicios es el que prestamos las Asistentes Virtuales a través de nuevas tecnologías, utilizando la telefonía IP,  el chat, servicios de videoconferencia y por supuesto, el correo electrónico, en combinación con las herramientas más tradicionales como son el teléfono y el fax.

Una VA (Virtual Assistant en inglés) es una profesional independiente que trabaja en su propia oficina utilizando sus propios equipos para proveer servicios administrativos, creativos o técnicos relacionados con una gran variedad de necesidades de la empresa actual.

La gran ventaja de contratar una Asistente Virtual es que el emprendedor o pequeño empresario comienza a liberarse de tareas que le demandan tiempo y esfuerzo para dedicarse a lo más productivo e importante de su negocio: desarrollar  sus ideas, crear nuevos productos, captar nuevos clientes y, por supuesto, generar más ingresos.  De esta manera, una VA puede convertirse en una verdadera aliada, capaz de manejar una carga importante de trabajo en forma eficiente y muy profesional.

Hay que decir que muchas empresas y emprendedores se beneficiarían contratando una Asistente Virtual pero no lo hacen por temor o desconocimiento. Y si bien la confianza es un valor en alza en Internet, la existencia de un contrato puede ayudar a comenzar.

El contenido del contrato de una VA dependerá del tipo de tarea que le solicites. En la actualidad la mayoría de las VAs cuenta con modelos de contrato en base a los cuales discuten con el cliente las características del servicio; la ventaja de contar con un contrato, es que tanto el cliente como la Asistente Virtual establecen claramente el trabajo y la compensación económica antes de comenzar.

Las modalidades más extendidas son:

·         Pagar una tarifa por hora de trabajo

·         Pagar una tarifa por proyecto de trabajo

·         Abono mensual”: consiste en acordar una cantidad determinada de horas mensuales para la realización de un trabajo determinado.

La definición del contrato estará dada por el volumen, frecuencia o tipo de trabajo solicitado. Por ejemplo, si necesitas llevar a cabo una campaña de e-marketing por única vez, te conviene un contrato por proyecto;  en cambio, si lo que deseas es que alguien atienda tus llamadas telefónicas o responda tus correos electrónicos, tal vez sea conveniente establecer un contrato por horas de trabajo.

Lo más importante es que todos los aspectos del trabajo queden claramente establecidos para las dos partes antes de comenzar. Incluso se puede agregar un acuerdo de confidencialidad, ya que en muchos casos la Asistente Virtual manejará información sensible para tu negocio.