Cuando hablamos de Asistentes Virtuales en España, la mayoría de las personas asocian esta expresión con esos personajes digitales que aparecen en ciertos sitios como el de Ikea o el de Renfe. Un mero programa informático que reconoce el lenguaje natural de las personas y es capaz de simular una conversación para ayudar al usuario en una búsqueda dentro de ese sitio.
En la realidad, las Asistentes Virtuales en España, como en el resto del mundo, somos personas de carne y hueso que prestamos servicios profesionales a empresarios y emprendedores que comprenden la importancia de delegar para optimizar su tiempo y sus recursos.
También se nos conoce por nuestras siglas en inglés VA (Virtual Assistant) pero el caso es que, cada vez más estamos situándonos en el mercado como profesionales de referencia, ya que una Asistente Virtual no se limita a las funciones propias de una secretaria tradicional, sino que participamos activamente en el desarrollo del negocio de nuestros clientes.
¿De qué modo? La mayoría de las Asistentes Virtuales profesionales, somos personas emprendedoras, con un alto grado de proactividad, lo cual nos convierte en un valor añadido para la actividad comercial o profesional que nuestros clientes llevan a cabo.
En este contexto, las Asistentes Virtuales nos vemos “obligadas” a estar permanentemente actualizadas y nos especializamos en temas propios de este mundo 2.0, que se mueve a gran velocidad.
Estamos capacitadas para la creación de sitios web, blogs y gestión de contenidos para los mismos, desarrollamos el Personal Branding (o marca personal) de nuestros clientes, apoyadas en la participación en Redes Sociales, somos capaces de implementar efectivas campañas de marketing online, ya sea a través de e-mail, de videos o del envío periódico de un boletín (o newsletter) por suscripción voluntaria.
En fin, las posibilidades son muy variadas a la hora de prestar servicios, todo es cuestión de que cada empresario o profesional se plantee cuáles son aquellas tareas relacionadas con su negocio que no le gusta hacer y decida delegarlas en una Asistente Virtual.
Una vez que se genera la dinámica de la colaboración profesional, una Asistente Virtual puede convertirse en una “asociada” en el crecimiento de un negocio y una ayuda invalorable a la hora de optimizar uno de nuestros recursos más preciados: el tiempo.