Mujeres y emprendedoras

 

Mujeres y emprendedorasLas mujeres estamos acostumbradas no solamente a hacer de todo sino también a… ¡hacerlo todo!  Y varias tareas al mismo tiempo (se dice que sólo el cerebro femenino permite esta posibilidad).  Sin perder la sonrisa ni la compostura, las chicas superpoderosas ni siquiera queremos admitir que necesitamos ayuda. ¿No te parece que es hora de que lo pienses?

Tradicionalmente, el concepto de “secretaria” (y por extensión, secretaria virtual o VA, como se conoce habitualmente mi profesión en la jerga «informática») está asociado a los jefes, ejecutivos o directivos.  Es decir, a los varones.

En parte esto sucede porque las primeras mujeres que accedieron al mundo del trabajo, se dedicaron a tareas que se veían como una extensión de los quehaceres domésticos, y entre éstos, las tareas de asistencia o auxilio.

El diablo viste de Prada

Con el correr del tiempo y el ascenso de las mujeres a los puestos directivos aparecieron mitos de autoritarismo o “masculinización” de las mujeres en estos ámbitos, excesiva competitividad o agresividad en el trabajo entre mujeres (como la espectacular Meryl Streep en el papel de Miranda Priestly y las peripecias de su joven asistente, en la película “El diablo viste de Prada”), el “no hay nada peor que una jefa mujer”…

En realidad solamente las mujeres sabemos cuánto esfuerzo nos ha costado llegar a ocupar el lugar que nos corresponde en la sociedad y todas las ramas del quehacer humano y justamente por esta razón, no nos gusta admitir que a veces necesitamos ayuda; es más: consideraríamos solicitarla como un imperdonable signo de debilidad.

De mujer a mujer

Pero si eres mujer y estás al frente de tu propio emprendimiento, posiblemente en algún momento hayas pensado que no puedes ser, al mismo tiempo, tu propia jefa y tu propia secretaria.

Te propongo analizar la idea de solicitar mis servicios como Asistente Virtual, comenzando por las tareas puedo realizar por ti, en especial las que te quitan tiempo para pensar en tu negocio, en cómo aumentar tus ventas y conseguir más y mejores clientes, para continuar con todas las que sean necesarias hasta formar un verdadero equipo de trabajo.

En lo personal, creo que para una empresaria mujer, contar con una Asistente Virtual también mujer puede llegar a ser una gran ventaja: dos emprendedoras independientes trabajando cada una desde su propio lugar, sin interferirnos pero cooperando realmente para conseguir los objetivos.  Chequea esta lista:

  • Manejo de base de datos
  • Manejo del correo electrónico y comunicación con tus clientes
  • Aumento de tu presencia en las redes sociales
  • Redacción de artículos de apoyo para tu sitio web o blog
  • Creación de un boletín electrónico para enviar a tus clientes o potenciales clientes
  • Administración y coordinación de agenda
  • Detección de nuevas oportunidades de negocios o trabajo
  • Potenciación de tu imagen profesional, empresarial o laboral
  • Diseño de tu sitio web personal, comercial o profesional
  • Diseño de presentaciones con diapositivas… y mucho más.

 

Todo esto, en el marco de un contrato transparente y adaptado a tus necesidades y posibilidades.

¿Te imaginas lo que dos mujeres y emprendedoras podemos hacer juntas?