Si estás comenzando a trabajar como autónomo o freelance y el eje de tu actividad es la prestación de un servicio profesional, seguramente te encuentras con la difícil pregunta de ¿cómo calcular la tarifa hora para un servicio ?
Un tema delicado en los tiempos que corren, porque son varios los aspectos a considerar, pero voy a tratar de concretarte lo que deberás tener en cuenta para tarificar tu trabajo de manera práctica y fácil.
He preparado para ello una hoja en Excel que puede ayudarte a no olvidar ninguno de los conceptos básicos que influyen en el coste de tu tarifa/hora: te la puedes descargar en forma gratuita, rellenando el formulario de la derecha con tu nombre y dirección de e-mail. » »» »
¿Qué debes tener en cuenta para establecer tu tarifa/hora?
Partamos del punto que desarrollar una actividad profesional de forma independiente implica invertir un montón de tiempo en la gestión integral de nuestra actividad, además del tiempo que empleamos en realizar el trabajo propiamente dicho.
A diferencia de un empleo, realizar una actividad como autónomo supone no tener vacaciones pagadas, las pagas extras desaparecen y surgen obligaciones como el IVA y el IRPF. Eso sí: al menos podrás desgravar en tu Declaración de la Renta algunos gastos que se relacionen con tu actividad profesional.
Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de conocer los costes y cumplir las obligaciones que esta modalidad de trabajo tiene, según el lugar en que se desarrolle: en mi caso, España.
Una vez que tienes eso en mente, pasemos a rellenar la hoja de cálculo:
1º) Determina tus gastos:
En el primer apartado, deberás volcar todos los gastos inherentes a tu actividad. Yo utilicé esta misma plantilla para definir mis propias tarifas/hora y he puesto en general, los gastos más importantes, los que considero que afectan a mi actividad como Asistente Virtual, para que te sirvan como referencia, pero tú debes poner todos los que correspondan a tu actividad en particular (se me ocurren, por ejemplo, licencias, colegiaturas, membrecías, etc.)
Uno de esos ítems es el nivel de ingresos que cada uno quiere alcanzar. En este punto, se debe tener una visión realista y no poner una cifra muy elevada al principio, para no quedar fuera de mercado (esto te lo explico más adelante). Además, ten en cuenta que en la medida que tu actividad se vaya desarrollando e incrementes la cartera de clientes, ese ingreso como autónomo puede ir ajustándose paulatinamente hasta el alcanzar el nivel deseado.
2º) ¿Cuántas horas vas a trabajar?
El año tiene un total de 52 semanas, de las cuales consideraremos básicamente que 50 son para trabajar y 2 semanas se destinan a vacaciones (no todo es trabajar en la vida ¿verdad?)
También habrá que tener en cuenta los festivos y reservar al menos una semana por si te enfermas o tienes que atender algún otro tipo de asunto personal que te aleje del trabajo.
Como te dije al comienzo, no todo el tiempo que dedicas a tu negocio produce beneficios: hay muchas horas que no son facturables y aquí debes calcular las horas que tendrás dedicar a la gestión administrativa y contable, al marketing y la promoción, a tu propia capacitación y aprendizaje, a las ventas, etc.
Descontando esto y suponiendo, estimativamente, que estás dispuesto a trabajar 40 horas semanales (es decir, lo mismo que en un empleo convencional) obtendremos las horas realmente facturables.
3º) Cálculo final:
Has afinado el lápiz y has rellenado todos los datos. En este punto, la hoja de cálculo te devuelve el importe que deberías cobrar por cada hora efectivamente trabajada.
Desde luego, estos números no son absolutos ni definitivos, ya que deberás valorar cada proyecto que se te presenta en particular, con una visión amplia del interés que tiene para ti, para tu desarrollo profesional, para la fidelización de un cliente o el acceso a cierto sector, a cierto público.
¿Es poco o es mucho?
El otro aspecto del que te quiero hablar es de si el mercado puede pagar esa tarifa hora que acabas de determinar…
La realidad actual, al menos en España, nos lleva a diferenciar muy bien entre lo que nosotros creemos que vale nuestro trabajo y lo que el común de la gente está dispuesta a pagar por el servicio que ofrecemos.
Aquí entra en juego tu nivel de especialización, tu experiencia o expertise, ya que eso será lo que determine que cobres tarifas más elevadas. Quiero decir con esto que, si ofreces los mismos servicios generalistas que el resto de los profesionales en tu sector, estarás compitiendo simplemente por precio y no por calidad y por esa razón es muy importante diferenciarse.
Espero que esta información te haya resultado útil y no dudes en compartirla con tus contactos